Abstract
Introducción
El concepto de “licencia social para operar” ha desempeñado un papel importante en la discusión y el debate sobre la participación de comunidades y partes interesadas, tanto en los sectores de minería como energía. Sin embargo, cada vez es más evidente que este enfoque por sí solo no abordará de manera efectiva los desafíos asociados con la transición energética y el abastecimiento de minerales críticos.
El social performance se refiere al resultado del compromiso, las actividades y los compromisos de una empresa que pueden impactar directa o indirectamente a las partes interesadas o afectar la calidad de sus relaciones con ellas.
En 2022, el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM, por sus siglas en inglés) publicó la Matriz de Madurez del Desempeño Social y diversas herramientas para mejorar la comprensión del sector sobre este tema.
Metodología
Este artículo presenta dos casos de estudio que muestran cómo la aplicación de la Matriz de Madurez del Desempeño Social del ICMM puede apoyar la identificación de debilidades, fortalezas y oportunidades organizacionales para mejorar su desempeño social.
Este documento se basa en los aprendizajes obtenidos del trabajo realizado por WSP en Chile y Australia entre 2023 y 2024, durante el desarrollo de marcos de desempeño social para empresas de los sectores mineros y energéticos, así como en entrevistas realizadas a representantes de dichas compañías para comprender cómo están adoptando e implementando estos marcos en sus operaciones.
Resultados y conclusiones
Descubrimos que la transición hacia el social performance representa un cambio en la mentalidad y en las prácticas organizacionales. Requiere que las organizaciones integren consideraciones sociales desde las primeras etapas de planificación, diseño y ejecución de los proyectos, hasta su cierre o desmantelamiento. Por ejemplo, en la selección de sitios para infraestructura (oleoductos, depósitos de relaves, líneas de transmisión), los desarrolladores tienen la oportunidad de incorporar consideraciones sociales mediante investigaciones preliminares y la participación de actores clave.
Incorporar estas consideraciones sociales implica revisar y actualizar políticas, procedimientos y herramientas internas existentes, así como crear nuevas herramientas y procedimientos a nivel organizacional que establezcan expectativas claras sobre el social performance.
La creación de capacidades, el monitoreo y la revisión de los resultados del social performance deben estar integrados en el marco. Un desafío clave identificado fue reconocer el social performance como una responsabilidad transversal en toda la organización —al igual que la salud y la seguridad— y no solo como responsabilidad del equipo encargado del área social. El desarrollo de los Social Performance Champions en una de las organizaciones resultó ser una forma eficaz de fortalecer capacidades en toda la empresa e integrar las consideraciones sociales en el pensamiento cotidiano de los empleados de distintas unidades de negocio.
Los Social Performance Champions son trabajadores que no pertenecen a los equipos de compromiso comunitario o desempeño social; son personas de áreas como ingeniería, planificación, gestión de proyectos, adquisiciones, recursos humanos y gestión ambiental. Estos líderes promueven la integración de consideraciones sociales en su trabajo y cuestionan cómo se ha incorporado la voz de las personas afectadas en el diseño y ejecución de los proyectos.
La implementación de marcos de desempeño social requiere la integración de sistemas de gestión que permitan manejar mejor los riesgos e impactos sociales, así como un liderazgo sólido, y la capacidad y cultura organizacional para identificar, abordar y reportar dichos riesgos e impactos. El desarrollo de los Social Performance Champions ha demostrado ser eficaz para fomentar una cultura de responsabilidad social en las organizaciones.